
«Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.
Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.»
(Santiago 1:2- 4)
En realidad, no podemos llegar a conocer la profundidad de nuestro carácter hasta ver cómo reaccionamos frente a las presiones.
Es muy fácil ser amable cuando todas las cosas andan bien, pero
¿ Seguiremos siendo amables cuando otros nos traten injustamente?
Dios quiere que seamos perfectos(maduros), no librarnos del dolor.
En lugar de quejarnos por nuestras luchas, debiéramos ver en ellas oportunidades de crecer.
Dé gracias a Dios por haber prometido estar con usted en tiempos difíciles.
Pídale que le ayude a resolver sus problemas o que le dé la fortaleza para soportarlos.
Luego sea paciente.
Dios no lo dejará solo con sus problemas; permanecerá cerca de usted y le ayudará a crecer.