Detente y piensa en las maravillas de Dios
“Espera un poco, Job, y escucha; ponte a pensar en las maravillas de Dios.”
(Job. 37:14)
¿Hace cuánto tiempo no sacas un ratito para pensar? Sí, eso: detener todo y pensar. Sucede a menudo que el ajetreo diario nos impide percibir las cosas más simples e importantes que Dios nos proporciona… Desde el aire que respiras hoy, todo forma parte del gran regalo de Dios para ti.
A veces estamos tan distraídos con todo que no nos percatamos de las maravillosas dádivas del Padre. Detente y reflexiona sobre la vida, la familia, la belleza de la creación, la salud, las sonrisas, la gentileza, la espontaneidad de los niños, el amor de Dios…
¡Hay tanto que podemos considerar y agradecer! Piensa en eso y disfruta un día lleno de bendiciones.
Detente y considera las maravillas de Dios hoy:
Pausa un poco en tus obligaciones diarias y disfruta un tiempo a solas con Dios.
Considera las pequeñas cosas, cada gesto, los detalles que revelan el gran amor que el Señor tiene por ti.
Según transcurre el día agradece a Dios por todo lo que te ha dado en la vida.
Aparta un rato para admirar la belleza de la creación del Padre.
Observa una flor en un jardín, un animal, los rayos del sol… Él lo hizo todo para su gloria y para nuestra alegría.
Toma un momento del día para reflexionar sobre las maravillas de la Palabra de Dios.
Esfuérzate en tener momentos de comunión y comparte con tu familia en casa y en la iglesia.
Para orar:
Señor mi Dios, muchas gracias por tantas dádivas y tantas maravillas. ¡Tú eres maravilloso! Ayúdame a estar atento y reflexionar con gratitud sobre todo lo que has hecho y haces por nosotros todos los días. Que tu Palabra traiga a mi mente todo el bien que nos has concedido hoy y siempre.
¡¡Amén.¡¡