Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío. Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo. A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos.
(San Juan 20: 21-23)
Ya Jesús había resucitado y empezó a aparecerse en vida a muchos para que pudieran entender lo que tanto les había dicho que era necesario que muriera y resucitara para salvación de esta humanidad; a pesar que los discípulos caminaron con Jesús y vieron los milagros que hizo como: resucitar a los muertos como el.caso de Lázaro, hechar fuera demonios el poseído de Gadara, controlar las situaciones atmosféricas cuando fue despertado por sus discípulos dormido en una barca porque había una gran tempestad y los vientos recios y truenos fueron silenciados a la orden del hijo de Dios; en fin entre otras muchas evidencias bíblicas. El ser crucificado y sepultado el maestro perdieron sus esperanzas, por que de la muerte la cual sufrió y fue publica nadie podría pensar en lógica humana que resucitaría pero era necesario que Jesús se mostrara a muchos para quitar el manto de incredulidad, desánimo y temor para fortalecer sus vidas y es aquí donde deseo centrar mi mensaje amad@ lector y es que Jesús es la fuente de nuestras vidas cuando ya no hay esperanza por lo tanto el soplo sobre ellos es la esencia de Dios el ayudador, el Espíritu Santo para generar ese impulso sobrenatural a fin de seguir siendo testigos de un Dios que es especialista en las causas perdidas del ser humano, Si es así es el momento de recibir un soplo de su aliento para tomar nuevas fuerzas y ver su mano a nuestro favor…
Oremos:
Dios colocó mi vida en tus manos a veces quisiera abandonar irme muy lejos y olvidarme de todo pero cuando voy a tu palabra consigo un aliento de esperanza que renueva mis fuerzas cada día en el nombre de Jesus.. Amén!